viernes, junio 23, 2006

EL INEDITO AFFAIRE DE CHILE Y PERU

Ya lo había dejado tácitamente muy claro el Gobierno chileno: la relación entre Chile y Perú podría ser muy inestable y delicada si el nacionalista Ollanta Humala llegaba al poder, o mucho más predecible y auspiciosa si el elegido fuese el cuestionado Alan García. Casi por gracia de Dios y eligiendo lo que muchos en el mismo Perú tildaron del "mal menor", finalmente resultó vencedor este último.

La preocupación inicial del Gobierno chileno entonces cesó y se abrió rápidamente a la búsqueda de acuerdos para mejorar el nivel de confianza mutua entre ambos países, históricamente marcados por el conflicto bélico que los enfrentó, pero hace ya más de 130 años.

Debido a ello y quizás vislumbrando que Perú puede resultar mucho más beneficiado en pos del desarrollo junto a Chile que contra él, y bajo la que consideran hoy casi paradigmática e inédita relación de cordialidad y colaboración chileno-argentina, es que Alan García eligió a su vecino del sur como la segunda nación en visitar como mandatario recién electo.

Dicha reunión viene a convertirse casi en la guinda del pastel de buena disposición mostrada por García hacia el país del sur, a la cual no ha tenido reparos en alabar y felicitar por su desarrollo económico y social. Estos piropos diplomáticos no han pasado inadvertidos por el canciller chileno, Alejandro Foxley, quien dijo que lo "dicho y hecho" por García resulta "positivo y estimulante", en tanto abre un "camino de cooperación impensable en el pasado".

La misma Presidenta Bachelet se mostró complacida con la visita, planteando que "estoy muy contenta de que éste sea el segundo país que visita porque va en plena consonancia con la política exterior que yo he señalado y es que quiero tener la mejor relación con la región. Ésa es la razón por la cual el presidente García fue invitado".

Hacia el desafío de Asia....y la "sana" competencia

Recién confirmada la visita de García a Santiago, el canciller Foxley planteó la intención del Gobierno de Bachelet de entablar una alianza con Perú para enfrentar lo que llamó el "desafío del Asia".

Haciendo hincapié en que mientras Chile negocia acuerdos de libre comercio con China y Japón, y ya ha logrado impelementar uno con Corea del Sur, llegará un momento en el que los productores chilenos no puedan satisfacer la demanda. "Entonces tendremos que asociarnos con otros países. Lo que estoy planteando es una alianza Perú- Chile para enfrentar el desafío del Asia. Y lo digo en serio", declaró.

Foxley aseguró que Chile está dispuesto a colaborar activamente en todo lo que le sea posible para que ello ocurra como una manera de salir del "juego de suma cero en el que, parece, hemos estado mucho tiempo con Perú".

Fue en virtud de ello que una vez que García se reunió con el canciller chileno, ambos anunciaron que su país invitará a Perú a ser parte del Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica Estratégica entre Chile, Brunei, Singapur y Nueva Zelanda (T4), suscrito en julio de 2005.

Junto a este eventual acuerdo multilateral transoceánico al que se sumaría Perú, uno de los puntos económicos en los Chile se ha mostrado más interesado es el impulso definitivo a la concreción de un tratado de libre comercio entre ambas naciones, el que luego del impasse de los límites marítimos quedó en punto muerto.

El primer paso en la implementación del TLC ya se había dado algunos años antes, con la puesta en marcha del acuerdo de complementación económica, que derivaría eventualmente en un acuerdo de libre comercio. De tal forma, así como García habló de un TLC con Brasil, lo sensato sería seguir esa política con Chile, país que en materia económica ha dado luces de exitosa seriedad y que bien puede ser un excelente socio estratégico, o bien un competidor de cuidado.

Pero hoy las relaciones comerciales peruano-chilenas se han estrechado en lo suficiente, al punto que el 83 por ciento de los productos que se intercambian se encuentran libres de aranceles. "Se trata de un flujo de libre comercio, sin obstáculos", dijo el mismo Alan García.

La iniciativa de suscribir un TLC partió sin duda del propio gobierno chileno. Luego de las "amistosas" declaraciones de Foxley, fue la misma Presidenta Bachelet quien, como antesala a la reunión con García, insistió en la propuesta y planteó, además, incluir a Perú en los acuerdos comerciales entre Chile y los países asiáticos. García, por su parte, dijo desear que "todo prospere hacia un TLC" con Chile. Sin embargo, aclaró que dada su condición de presidente electo no puede aún oficializar el inicio de las conversaciones.

"No tengo ningún complejo en mi trato con Chile, al contrario, lo veo como un nivel que alcanzar y tal vez superar", indicó García después de la reunión de más de una hora con Michelle Bachelet en el Palacio de La Moneda. Agregó que "nosotros lanzamos un desafío cordial al decir que nos esforzaremos en crecer más y alcanzar las metas que actualmente tiene Chile y que esa es la mejor manera de competir en este siglo XXI. Durante mi campaña lo he dicho muy claramente: 'queremos ganarle la carrera a Chile'".

Santiago quiere decididamente mantener e incluso mejorar el buen nivel de relaciones comerciales y que se traduce en que haya capitales chilenos en Perú por unos 4 mil 500 millones de dólares y un intercambio comercial de mil 800 millones en 2005.

Pero el tema energético tampoco estuvo ausente y en la reunión versó claramente sobre la posibilidad de que el acercamiento entre ambas naciones se tornase estratégico e implique la venta de gas peruano a Chile. Sin embargo, García se mostró bastante más cauto en éste ámbito. "Con toda sinceridad, el Perú tiene gas, pero no tanto. Tenemos por el momento para satisfacer una demanda interna creciente y un remanente para hacer licuefacción de gas en una planta donde se invertirán 2 mil 500 millones que ya comienza en unos meses. Si las reservas probadas aumentan no hay obstáculo ni veto, sino, por el contrario, tendríamos mucho gusto de contribuir a la economía chilena vendiendo gas", agregó.

De límites marítimos y el voto a Chávez

Otros dos temas de singular importancia entre Perú y Chile tienen que ver con la delimitación marítima y la creciente y directa injerencia del mandatario venezolano Hugo Chávez en la política regional. Respecto a lo primero, parece preferible al menos para Chile que la solución se alcance por vías diplomáticas en vez de jurídicas, mientras queda pendiente lo relacionado a la homologación en los procesos de medición de gastos militares.

Aunque pareciera que con respecto al primero no hubo una alusión directa entre Bachelet y García, ante la prensa el asunto fue ineludible. "En otro momento" dijo el peruano. "No es un tema a tratar hoy". Y pese a que no descartó recurrir a La Haya, dijo confiar en que "con tiempo y paciencia, y a través del diálogo diplomático" se arribe a una "conclusión equitativa".

Sin embargo, el canciller Foxley fue mucho más explícito, asegurando con un casi esperanzador y a la vez desafiante tono que "el tema marítimo no va a estar en la agenda conflictiva en que había sido planteada por el actual gobierno de Perú, y en cambio, fijamos la mirada en trabajar juntos de verdad hacia el futuro".

Con respecto al segundo tema, sólo precaución. Sin duda que concitó el interés de la prensa chilena todo lo referido a la eventualidad de que el gobierno de Bachelet respalde la inclusión de Venezuela en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. No obstante, luego de las diferencias de opinión al respecto surgidas al interior mismo de la Concertación ese apoyo es cada vez más improbable y es casi segura la aparición de un tercer candidato de consenso. Ello luego de que la senadora y presidenta de la DC, Soledad Alvear, planteara su rechazo a que Chile respalde a Chávez. Tras la declaración, el ex presidente del PS Ricardo Núñez se mostró a favor de tal apoyo a Venezuela y consideró desafortunadas las "negadas" presiones de Estados Unidos.

En todo caso, de darse ese improbable apoyo chileno, García aseguró que las relaciones bilaterales con Santiago no se verán afectadas de ninguna manera. "No puedo ser infidente, ni decir se es que ese tema se tocó o no en la conversación con la Presidenta Bachelet, pero evidentemente quisiéramos contribuir a la estabilidad de las instituciones, contribuir en el Consejo de Seguridad a que esa instancia tenga tranquilidad y estabilidad para tomar decisiones. Creo que los dos estamos de acuerdo en apoyar la voluntad de Brasil de ser miembro permanente del Consejo de Seguridad, y creo que los queremos que haya una voz latinoamericana que garantice estabilidad, tranquilidad".

Sobre la eventualidad de buscar un tercer candidato de consenso -la alternativa manejada por Chile- y de si Venezuela representa hoy esa voz de toda Latinoamérica, García, muy cauto y muy enfático, planteó que "no sé lo que piense el gobierno de Chile, pero personalmente me parece que no. Yo soy partidario de la integración, pero no de la invasión, ni de la dominación. Soy partidario de la concertación de los pueblos, pero sin la subordinación. No nos gustan los imperialismos chicos o grandes. Por consiguiente, creo que falta un poco de serenidad todavía para que podamos pensar en esa opción".
contador de visitas
contador de visitas