viernes, septiembre 22, 2006

TEOREMA VENEZOLANO PARA BACHELET

Se acerca octubre con su pronosticada e ingrata hora D (o "V"), en la cual Michelle Bachelet no podrá seguir jugando a la Suiza andina y deberá definir de una vez por todas la cuestión que que ha sumido en cierta incertidumbre la hasta hace poco predecible política exterior del Chile concertacionista: el voto por Venezuela o contra Venezuela en el voto para el Consejo de Seguridad de la ONU.
Y es que la praxis política regional ha llevado las cosas hasta un punto de no retorno fácil para cualquiera de las partes. Por ello el voto será bastante decidor.

Si se opta por Venezuela obviamente no será por considerarlo un candidato de consenso para una Latinoamérica que en realidad está cada vez más dividida en dos opciones políticas. Si se opta por Venezuela se opta abiertamente por Chávez y su "forma y fondo" de hacer política.

Si se opta por Guatemala se opta a su vez no sólo por el candidato de George W. Bush, sino que se opta también muy abiertamente por no estar con Chávez, por no compartir su política intervencionista y populista. La decisión obliga a un Chile inéditamente indeciso a definirse de una vez: no se podrá estar bien con Dios y con el Diablo. Sea cual sea la decisión, la doctora Bachelet sabe muy bien que ésta traerá consecuencias inesperadas e incómodas que pondrán a Chile necesariamente en una postura antagónica de cualquiera de las dos tendencias.

En la búsqueda de un candidato de consenso, lo que menos se encontrará será consenso. Por ello, una decisión responsable parte por reconocer la existencia de esta dualidad y optar lo más pronto posible, sin extender más la incertidumbre en la cual el único perjudicado será la misma Bachelet (con Chile bajo su mando) más allá de la actual coquetería típica del lobby preelectoral.

El socialismo del siglo XXI

Hoy Venezuela confía en que obtendrá su buscado escaño en el Consejo de Seguridad y, según dijo su canciller para América Latina, Jorge Valero, "prepara su estrategia política para representar a los países más 'débiles'". Para lograrlo, Caracas debe conquistar las dos terceras partes de los votos de los 192 miembros de la ONU.

"Las matemáticas electorales nos dicen que los votos (a favor de Caracas) están suficientemente acopiados; el respaldo de los países es lo suficientemente amplio como para que nosotros podamos asegurar la victoria de Venezuela", dijo un confiado Valero. El funcionario aseguró que "Venezuela va a contribuir a la paz internacional, a la solidaridad internacional y a que prevalezcan los principios fundamentales del derecho internacional".

¿Como para creerle? Desde la sensibilidad de los simpatizantes venezolanos y de su propia concepción paz y solidaridad internacional, por cierto que sí. Desde otra bastante más pluralista, evidentemente no. El plan de Caracas en el Consejo dice incluir acciones en favor de los pueblos en desarrollo y "ser la voz de los que no tienen voz en el mundo". Se entenderá entonces que los que no tienen voz aceptarán como propio un discurso bastante encendido e confrontacional. Claramente este no será de consenso, a no ser que se entiendan como consenso las últimas declaraciones de Chávez afirmando en la asamblea de los Países No Alineados que no reconoce el nuevo gobierno de Felipe Calderón en México. "Nosotros no reconocemos al Gobierno de México o al Presidente electo de México, porque ahí pasaron cosas muy extrañas" dijo el venezolano.

"Hay una situación muy delicada y en pleno desarrollo", aseguró, agregando el fin de la fuerza de la derecha y que "viene un nuevo México y ahí está en el Zócalo pegando el grito de la libertad, el grito de la independencia, el grito de Pancho Villa".

Chávez; quien dice liderar hoy una revolución para conducir a su país hacia el "socialismo del siglo XXI", y el que, asegura, ha repercutido en el hemisferio y con le ha ganado admiración y respeto; muestra todo el consenso de candidato de unidad al Consejo de Seguridad planteando que "vemos con preocupación, con mucha preocupación, la situación de México y creo yo que es reflejo de esa pugna que en América Latina está en primera plana por los cambios".

Y mientras el lobby se acrecienta y los discursos se tornan inflamables, Chile sigue indefinido, volátil, lo que en política exterior es quizás lo que se paga más caro.

De manera enfática Ricardo Lagos Weber, el vocero del Gobierno de Bachelet reiteró que quien conduce la política exterior en el país es la Presidenta Michelle Bachelet y pidió una vez más no especular si será o no Venezuela el país apoyado para que integre el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

"La política exterior de Chile la conduce la Presidenta de la República, la fija, la implementa a través del canciller don Alejandro Foxley y todo lo demás sobra, todo lo que son rumores, lo otro no existe, nada, ni otra opinión por el costado, ni arriba ni abajo", explicó en La Moneda. El vocero reiteró que la Mandataria ha sido "clara, categórica, explícita, inequívoca" y que la decisión la tomará ella cuando corresponda, es decir en la víspera del mes de octubre.

Política exterior partidista

El gobierno se ha visto reiteradamente en la afanosa tarea de no generar más suspicacias, ante las cada vez más frecuentes presiones de todos los bloques políticos chilenos. La postura de la oposición al Gobierno es bastante predecible. Por ello ha resultado bastante más interesante la evolución que ha ido adquiriendo el tema dentro de la misma Concertación.

Durante la semana se han escuchado las siguientes declaraciones que evidencian que el quiebre de posiciones es bastante evidente incluso al interior de los mismo partidos de la coalición:

Guido Girardi, Senador del Partido por la Democracia (PPD): "Los demócratas no usan uniforme militar, no hacen movilizaciones tipo faraónicas al estilo Mussolini ni hacen culto a la persona como el señor Chávez. Yo represento a una izquierda que no quiere populismo ni nacionalismo. Y Chávez es todo lo contrario".

Sergio Bitar, presidente del PPD respondiendo a Girardi: "(Él) ha hecho una opinión a título personal como senador sin representación institucional. En todo caso yo preferiría que los miembros de la mesa nos mantengamos siempre en la línea de lo que resuelven sus cuerpos colectivos (...) si alguien quiere indicarle a la Presidenta que es mejor votar por Guatemala está en su derecho, otros que lo haga por Venezuela también".

Soledad Alvear, Ex canciller del gobierno de Ricardo Lagos. Presidenta y Senadora de la Democracia Cristiana (DC): "Los principios de nuestra política exterior se basan en la búsqueda de la paz; en la no interferencia en asuntos de terceros países (...) lo cual nos parece son principios que nosotros queremos relevar y que naturalmente no vemos en estos momentos sean compartidos por el gobierno actual de Venezuela".

Alejandro Navarro, Senador socialista, respondiendo a los dichos de Girardi y Alvear (PS): "Nada nuevo argumentan en contra de Chávez, aunque al menos esta vez no hicieron una apología de Guatemala, que a estas alturas ya está claro está lejos de ser un candidato de consenso (...) llama la atención que hagan continuos discursos contra Venezuela y su presidente, pero aquellos que han tratado de levantar la candidatura de Guatemala nada digan acerca de cuáles son las razones por las cuáles Chile podría considerar a esa nación como una opción para el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas".

Jorge Pizarro, Senador DC: "Chile debe elegir a un representante en el Consejo de Seguridad que dé garantías a la región. Yo creo que eso lo puede hacer Venezuela y Guatemala, pero tengo la impresión que ninguno de los dos va a obtener la mayoría porque se ha ideologizado el problema (...) Chile debe buscar una tercera candidatura (...) Hay varios países que pueden hacerlo. Costa Rica, República Dominicana u otros que pueden jugar ese papel. La Presidenta va a tomar la decisión más conveniente para Chile y ojalá con todos los antecedentes a la mano".

Jorge Tarud, diputado PPD: "Lo más prudente para la nación chilena, es no entrar en este verdadero conflicto que tenemos hoy día en el Consejo de Seguridad, no hay candidatos de consenso, uno podrá tener más votos que otro. Por lo tanto, hago un llamado para que Chile se abstenga de ejercer su voto en esta situación conflictiva (...) El presidente Hugo Chávez ha tenido una actitud demasiado intervencionista en los asuntos internos de los países latinoamericanos y la postulación de Guatemala no cuenta con el peso suficiente para representar los intereses legítimos de latinoamérica en su conjunto."

Y mientras esta ola de opiniones creció en sólo una semana, el vocero de La Moneda recalcó "lo importante no es cuándo sino qué va a hacer y lo que va a hacer es tomar decisiones en función de lo que ella (Bachelet) entiende son los mejores intereses nacionales".

Seguimos esperando.

martes, septiembre 12, 2006

LOS TEMORES DE CHILE DE APROBAR EL TPI

La postergación que sufrió en el Senado chileno la ratificación del Tratado de Roma, que establece el Tribunal Penal Internacional (TPI), sacó a la luz los fuertes temores que han surgido en Chile por las sanciones que aplicaría Estados Unidos de no aprobarse el Tratado conjuntamente con una suerte de fuero del que gozarían sus tropas, la denominada ley ASPA (American Servicemembers Protection Act).
El gobierno de Michelle Bachelet esperaba que el Senado aprobara la inclusión de Chile al TPI, no obstante los senadores, fundamentalmente de la oposición, plantearon una serie de reparos a la aplicación de la Corte, que implica ceder ciertos márgenes de soberanía ante el nuevo organismo supranacional para crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Estados Unidos ha lanzado un fuerte lobby internacional para que sus socios comerciales y aliados estratégicos no aprueben la norma sin incluir la ASPA, que también considera las sanciones a las que serán sometidos los países que aprueben el TPI. Estas afectan principalmente la cooperación militar entre Estados Unidos y los firmantes, de tal forma que que la transferencia tecnológica, el entrenamiento conjunto de tropas y la venta de armamento son temas sensibles para Chile, precisamente en medio del proceso de renovación del material de las Fuerzas Armadas, especialmente de los aviones F-16, de los cuales Michelle Bachelet recibió el viernes en la base Cerro Moreno de Antofagasta el primer lote de seis aeronaves compradas a Holanda, de un total de 18, sumadas a los 10 que construyó Lockheed Martin especialmente para la Fuerza Aérea de Chile (Fach).

Senado pide analizar real impacto en Defensa


En la sesión secreta -a petición de la ministra de Defensa- realizada por las comisiones mixtas de Defensa y Relaciones Exteriores para tratar el tema, la secretaria de Estado fue increpada por el senador demócratacristiano Jorge Pizarro, quien sostuvo que ciertas declaraciones lanzadas por Blanlot con respecto a las sanciones de Estados Unidos no corresponden a la postura que tiene el Gobierno. A ello se agregaron luego las intervenciones de los senadores opositores Juan Antonio Coloma (UDI) y Sergio Romero (RN), quienes plantearon la necesidad de despejar definitivamente los efectos jurídicos que tendrán las sanciones que EE.UU. puede aplicar, principalmente porque a raíz de la aplicación de la ley ASPA, surge el riesgo de que Chile quede en una situación de desigualdad frente a sus vecinos en la situación de Defensa.

Los anterior se produce debido a que la misma ASPA exime de esas sanciones a los países que mantengan cooperación con Estados Unidos contra el narcotráfico, como es el caso de Perú, Bolivia y Colombia; para los aliados extra-OTAN, como Argentina; o para quienes el Presidente George W. Bush estime como no procedente la aplicación de sanciones por razones de seguridad, facultad que nunca ha ejercido. Ante tal escenario, de aprobar el TPI sin tomar ningún resguardo Chile podría ver notoriamente afectada la provisión de repuestos para los F-16, sus fragatas holandesas, los tanques Leopard II y armamentos como los misiles Harpoon, Sea Sparrow y Amraam, entre otros tópicos como el entrenamiento conjunto de personal o el acceso a precios preferenciales. Ello pone a las FF.AA. en una posición estratégica bastante desventajosa frente a los vecinos inmediatos, debido a que por las razones contempladas en la ley ASPA no estarían afectos a sanción alguna.

Entre las sanciones a las que Chile estaría afecto, el Ejecutivo le bajó el perfil a supuestas suspensiones en la cooperación bilateral con EE.UU., manifestando que sólo se traduciría en que ya no se accedería a precios preferenciales en materia de transferencias. La ministra Blanlot reiteró que la ratificación del TPI conllevaría para Chile un incremento del gasto militar en unos 10 millonesde dólares por ese concepto, "monto plenamente manejable desde el punto de vista de la Defensa", aseguró.
Por ello las comisiones mixtas solicitaron ampliar el tiempo de análisis, disponiendo más sesiones para escuchar a otros conocedores de esta situación, pese a que expresaron que el debate no debe seguir dilatándose por mucho tiempo ante la existencia de un compromiso internacional de ratificar el tratado. Ante la petición, el senador Roberto Muñoz Barra (PPD), quien presidía la sesión, aceptó la petición del senador de Renovación Nacional Sergio Romero de ampliar el debate y citar a otros actores conocedores del tema para que no haya ninguna duda sobre las secuelas de la aprobación de la reforma constitucional.

Debido a ello, el Senado invitó a los ex ministros de Relaciones Exteriores y Defensa, Ignacio Walker y Jaime Ravinet; y a los ex comandantes en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, y de la Armada, Miguel Ángel Vergara, para conocer su visión respecto de los efectos que tendría para Chile ratificar el Tratado.

Defensa: "Gobierno actúa con responsabilidad"


"El Gobierno está desarrollando las acciones pertinentes para que el compromiso de ratificación del tratado que crea el Tribunal Penal Internacional no afecte la seguridad del país", fue lo que sostuvo la ministra de Defensa Nacional después de la recepción de los primeros seis F-16 adquiridos a Holanda, y aseguró que las desconfianzas que han surgido sobre la aprobación del TPI son sólo "malas interpretaciones".

"El planteamiento de que podrían haber más sobrecostos tiene que ver no directamente con el TPI, sino con que eventualmente se redujeran nuestras relaciones en Defensa con Estados Unidos y pudiéramos tener menos acceso a programas que tienen algún precio preferencial en materia de repuestos, por ejemplo. La verdad es que nosotros como Gobierno pensamos que eso no va a ocurrir, porque estamos trabajando en varios acuerdos con Estados Unidos", sostuvo Blanlot, y agregó que específicamente uno de esos convenios referido a ciencia, tecnología y logística, mantiene las franquicias en cuanto a las adquisición de partes y repuestos.

Unos días antes de dicha ceremonia en Antofagasta, para recibir los F-16 holandeses, la FACH invitó a un grupo de senadores a la base Los Cóndores de Iquique, para visitar el Grupo Aéreo Nº3, a cargo de los diez F-16 nuevos comprados directamente a Lockheed Martin. Allí, los senadores de la Comisión de Defensa discreparon sobre los efectos que tendrá la ratificación TPI en la operación de dichas aeronaves.

La invitación fue cursada por el mismo Comandante en Jefe de la Fach, General del Aire Osvaldo Sarabia, quien sostuvo los aviones están en excelente nivel operativo y explicó que quisieron que los parlamentarios comprobaran que "hemos invertido bien los recursos que nos entregó el país para adquirir nuestros F-16".

Jaime Gazmuri (PS), presidente de la Comisión de Defensa del Senado, sostuvo que los efectos de las sanciones serán mínimos en los nuevos aviones y aseguró que no implicarán la interrupción de suministros y piezas. No obstante el senador Juan Antonio Coloma (UDI) opinó que lo relevante de estas sanciones será que las partes subirán cinco veces y que aumentará la demora en la entrega.

"Nosotros tenemos que analizar cada uno de los efectos que tendrá suscribir el Tratado de Roma, entre éstos, lo que sucederá con nuestros armamentos, los que han sido adquiridos a un alto costo. Queremos que todas las inversiones realizadas puedan operar sin problemas", recalcó Coloma, quine puso en evidente duda la cifra entregada por la ministra de Defensa, quién evaluó en 10 millones de dólares el incremento de los costos en Defensa por las sanciones del gobierno de Bush.

A fines de 2007 la Fuerza Aérea de Chile espera operar sus primeros 28 aviones F-16, en los grupos aéreos 3, en la Base Los Cóndores en Iquique y 8, en la Base Cerro Moreno, en Antofagasta. Junto a ellos, la Armada hoy ya cuenta en la escuadra con las primeras cuatro fragatas holandesas y sus respectivos avanzados sistemas de guerra electrónica y misiles Harpoon y Sea Sparrow; mientras el Ejército espera la pronta llegada de un centenar de tanques Leopard II. La dependencia de la asistencia norteamericana hace de la discusión y sus consecuencias un asunto crítico.

lunes, septiembre 04, 2006

SINCERAMIENTOS CON WHISKY Y HIELO

Los dos hechos que parecen haber marcado la pauta noticiosa de la semana en Chile inducen a plantear la existencia de ciertos "sinceramientos" en las relaciones de los países del Cono Sur, donde una negra mano maracucha adquiere de sus congéneres sureños cada día mayores licencias para minar con autorización de parte las confianzas entre los países del Mercosur y la poca pero siempre valiosa confianza que se había estado afianzando cada vez más entre los pueblos vecinos al sur del ecuador.

Valga mencionar a modo de leve concesión al nuevo Petroquijote del Orinoco (quien hoy no ve gigantes sino portaaviones con barras y estrellas) que en las presentes dos 'alertas' regionales de Chile no aparece como protagonista ni provocador, sino como mero catalizador expectante de un conflicto de intereses nacionales que van desde las relanzadas disputas territoriales a la moderna y sofisticada crisis energética; en realidad, un conflicto entre una actitud políticamente correcta y una actitud incorrecta pero real y lamentablemente política.

El primero de estos hechos es la cuota de molestia que provocó en Chile la publicación en la Argentina de mapas donde figura delimitada a su favor la zona del Campo de Hielo Sur, zona donde, en honor al tratado de 1998 que en tal sentido estipula que en esa zona debe aparecer un recuadro con una nota que explique que la frontera es aún objeto de delimitación definitiva.

En una semana ya el tema se ha discutido en los dos países y personeros de ambos gobiernos se han referido a favor de sus respectivas pretensiones territoriales, aunque ninguno ha querido hacerlo abiertamente ni hablando de la existencia de crisis, tensión, disputa o nada por el estilo. Sólo se ha reconocido la existencia de los mapas, la ausencia de fronteras oficiales y la no existencia de la comisión que debe negociar la coyuntura según plantea el tratado.

De hecho, como los mapas aludidos por Chile son los publicados por la Secretaría de Turismo de la Argentina, fue el subsecretario de esta cartera, Daniel Pablo Aguilera, quien afirmó que el mapa argentino que coloca parte de la zona de Hielos continentales del lado argentino es un documento oficial.

Aguilera señaló en ese momento que "lo único que nosotros podemos decir es que todos los mapas que se publican en nuestro material, esto particularmente es una obligación en nuestra web, están aprobados por el Instituto Geográfico Militar (IGM), así es que utilizamos ese tipo de cartografía". Y agregó a reglón seguido que "mientras el Instituto o quienes se dedican a esto digan que estos mapas son correctos, no somos nosotros autoridad de aplicación al respecto de la cartografía. Nosotros aplicamos los mapas que se dan por aprobados, desconozco si el Instituto tendrá alguna normativa particular o alguna instrucción en particular".

Mientras, al otro lado de esa cordillera que parece cada vez más alta, el vocero de La Moneda, Ricardo Lagos Weber, reiteró que el gobierno chileno ya hizo presente su petición de rectificación a través de una nota diplomática, y que con ellos, se hizo valer el derecho de Chile por la vía adecuada. "Lo que tenemos acá son mapas preparados por Argentina, que señalan un trazado limítrofe que no corresponde a lo acordado el año 1998 y lo que ha hecho el Gobierno a través de la Cancillería, como lo hemos hecho siempre, es enviar una nota diplomática haciéndole presente este hecho a Argentina (...) Hemos salvaguardado nuestros derechos y hacemos valer lo que es el tratado de 1998" manifestó el Secretario.

Lagos Weber agregó que con esta reacción se neutraliza "lo que son esos mapas desde el punto de vista de lo que son futuras conversaciones, conflictos, etc.", y justificó el envío de la nota -que algunos ya han criticado como una actitud demasiado "blanda" e insuficiente- argumentando que "si son mapas oficiales, con mayor razón se envía la nota diplomática, que es para lo cual está establecido este sistema de la nota diplomática. Lo importante es que hicimos valer nuestros derechos con mucha firmeza, pero por la vía adecuada".

Lula también se va de madres...

El segundo de los eventos que marcaron la semana y que por el bien de las confianzas regionales es de esperar que quede como una anécdota de corte más cómico que político, fue el supuesto exabrupto que habría tenido el presidente de Brasil, Luiz Ignácio Lula da Silva, quien luego de disfrutar la dulce alegría etérea que siguen a tres vasos de whisky habría proferido un rosario de improperios contra varios de sus colegas sudamericanos en una cena en la embajada de Brasil en Tokio, en mayo de 2005, según rescata el libro "Viajes con el Presidente", publicado por los periodistas Eduardo Scolese y Leonencio Nossa, quienes cubren las noticias del Palacio de Planalto para los diarios Folha de Sao Paulo y O Estado de Sao Paulo, en lo que ya se ha atribuido a oportunismo pre electorales a días de las presidenciales de ese país.

Según la publicación, en la cena Lula habría lanzado epítetos que hacen recordar los exabruptos de Chávez por los acercamientos de la Comunidad Andina con Estados Unidos. En algo que jamás ha criticado públicamente antes, se mostró paradójicamente indignado con los acuerdos de Chile y de Uruguay con Estados Unidos, en supuesto desmedro de sus relaciones con la región.

"Chile es una mierda. Chile es una broma. Ellos hacen acuerdos con los americanos. Quieren que uno se joda por aquí. Ellos se cagan en nosotros" habría proferido Lula, seguramente por lo reacia de la actitud chilena a confiar demasiado en el Mercosur. Y sobre Uruguay, la tónica fue la misma. Refiriéndose a Jorge Batlle, el ex mandatario charrúa, dijo que "Él no es uruguayo, carajo. Él fue criado en los Estados Unidos. Es cachorro de los americanos".

Bastante incómodos, en la embajada de Brasil en Chile no quisieron emitir declaraciones, en un primer momento, dado que la cancillería brasileña aún no adoptaba una respuesta formal a la publicación. Sin embargo después fue el mismo embajador en Santiago, Mario Vivalva, quien en sendas explicaciones a varios medios de comunicación dijo haber estado presente en la cena aludida, y que los hechos relatados en el libro jamás ocurrieron.

¿Qué está ocurriendo en esta olvidada bolsa de gatos latinoamericana? Pareciera que nada más que un sinceramiento de posiciones, donde cada uno está asumiendo las características diferencias que separan las visiones que cada uno tiene de lo que ocurre al otro lado de su respectiva frontera y de los modelos de desarrollo elegida por cada uno de los países. A fin de cuentas, siempre alguien termina por demonizar la postura del otro y, pareciera, que no se puede estar bien con Dios y con el Diablo...aún cuando hay quienes sí quieren jugar a dos o tres bandas, según respectivas conveniencias. Legítimo, en todo caso, dado que el concepto "soberanía" parece ser cada vez más poroso y acepta variadas acepciones.

Lástima, eso sí, que en temas como el de los Hielos continentales la postura deberá ser una sola, porque los riesgos de adoptar actitudes y decisiones que estén fuera de lugar, o de aceptar las indeseables y peligrosísimas injerencias de terceros quijotescos que eventualmente no desaprovecharán la oportunidad de seguir figurando con intereses geopolíticos bastante definidos; en realidad, parece no valer la pena...todavía.

Por lo pronto, habrá que seguir leyendo el libro con las opiniones de un desconocido Lula Da Silva, quien, ofendido quizás por qué motivo (porque dentro del Mercosur todos niegan la existencia de crisis alguna), fue bastante enfático cuando dijo que "hay momentos, mis queridos, que tengo ganas de mandar a Kirchner a la puta que lo parió".
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