viernes, junio 23, 2006

EL INEDITO AFFAIRE DE CHILE Y PERU

Ya lo había dejado tácitamente muy claro el Gobierno chileno: la relación entre Chile y Perú podría ser muy inestable y delicada si el nacionalista Ollanta Humala llegaba al poder, o mucho más predecible y auspiciosa si el elegido fuese el cuestionado Alan García. Casi por gracia de Dios y eligiendo lo que muchos en el mismo Perú tildaron del "mal menor", finalmente resultó vencedor este último.

La preocupación inicial del Gobierno chileno entonces cesó y se abrió rápidamente a la búsqueda de acuerdos para mejorar el nivel de confianza mutua entre ambos países, históricamente marcados por el conflicto bélico que los enfrentó, pero hace ya más de 130 años.

Debido a ello y quizás vislumbrando que Perú puede resultar mucho más beneficiado en pos del desarrollo junto a Chile que contra él, y bajo la que consideran hoy casi paradigmática e inédita relación de cordialidad y colaboración chileno-argentina, es que Alan García eligió a su vecino del sur como la segunda nación en visitar como mandatario recién electo.

Dicha reunión viene a convertirse casi en la guinda del pastel de buena disposición mostrada por García hacia el país del sur, a la cual no ha tenido reparos en alabar y felicitar por su desarrollo económico y social. Estos piropos diplomáticos no han pasado inadvertidos por el canciller chileno, Alejandro Foxley, quien dijo que lo "dicho y hecho" por García resulta "positivo y estimulante", en tanto abre un "camino de cooperación impensable en el pasado".

La misma Presidenta Bachelet se mostró complacida con la visita, planteando que "estoy muy contenta de que éste sea el segundo país que visita porque va en plena consonancia con la política exterior que yo he señalado y es que quiero tener la mejor relación con la región. Ésa es la razón por la cual el presidente García fue invitado".

Hacia el desafío de Asia....y la "sana" competencia

Recién confirmada la visita de García a Santiago, el canciller Foxley planteó la intención del Gobierno de Bachelet de entablar una alianza con Perú para enfrentar lo que llamó el "desafío del Asia".

Haciendo hincapié en que mientras Chile negocia acuerdos de libre comercio con China y Japón, y ya ha logrado impelementar uno con Corea del Sur, llegará un momento en el que los productores chilenos no puedan satisfacer la demanda. "Entonces tendremos que asociarnos con otros países. Lo que estoy planteando es una alianza Perú- Chile para enfrentar el desafío del Asia. Y lo digo en serio", declaró.

Foxley aseguró que Chile está dispuesto a colaborar activamente en todo lo que le sea posible para que ello ocurra como una manera de salir del "juego de suma cero en el que, parece, hemos estado mucho tiempo con Perú".

Fue en virtud de ello que una vez que García se reunió con el canciller chileno, ambos anunciaron que su país invitará a Perú a ser parte del Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica Estratégica entre Chile, Brunei, Singapur y Nueva Zelanda (T4), suscrito en julio de 2005.

Junto a este eventual acuerdo multilateral transoceánico al que se sumaría Perú, uno de los puntos económicos en los Chile se ha mostrado más interesado es el impulso definitivo a la concreción de un tratado de libre comercio entre ambas naciones, el que luego del impasse de los límites marítimos quedó en punto muerto.

El primer paso en la implementación del TLC ya se había dado algunos años antes, con la puesta en marcha del acuerdo de complementación económica, que derivaría eventualmente en un acuerdo de libre comercio. De tal forma, así como García habló de un TLC con Brasil, lo sensato sería seguir esa política con Chile, país que en materia económica ha dado luces de exitosa seriedad y que bien puede ser un excelente socio estratégico, o bien un competidor de cuidado.

Pero hoy las relaciones comerciales peruano-chilenas se han estrechado en lo suficiente, al punto que el 83 por ciento de los productos que se intercambian se encuentran libres de aranceles. "Se trata de un flujo de libre comercio, sin obstáculos", dijo el mismo Alan García.

La iniciativa de suscribir un TLC partió sin duda del propio gobierno chileno. Luego de las "amistosas" declaraciones de Foxley, fue la misma Presidenta Bachelet quien, como antesala a la reunión con García, insistió en la propuesta y planteó, además, incluir a Perú en los acuerdos comerciales entre Chile y los países asiáticos. García, por su parte, dijo desear que "todo prospere hacia un TLC" con Chile. Sin embargo, aclaró que dada su condición de presidente electo no puede aún oficializar el inicio de las conversaciones.

"No tengo ningún complejo en mi trato con Chile, al contrario, lo veo como un nivel que alcanzar y tal vez superar", indicó García después de la reunión de más de una hora con Michelle Bachelet en el Palacio de La Moneda. Agregó que "nosotros lanzamos un desafío cordial al decir que nos esforzaremos en crecer más y alcanzar las metas que actualmente tiene Chile y que esa es la mejor manera de competir en este siglo XXI. Durante mi campaña lo he dicho muy claramente: 'queremos ganarle la carrera a Chile'".

Santiago quiere decididamente mantener e incluso mejorar el buen nivel de relaciones comerciales y que se traduce en que haya capitales chilenos en Perú por unos 4 mil 500 millones de dólares y un intercambio comercial de mil 800 millones en 2005.

Pero el tema energético tampoco estuvo ausente y en la reunión versó claramente sobre la posibilidad de que el acercamiento entre ambas naciones se tornase estratégico e implique la venta de gas peruano a Chile. Sin embargo, García se mostró bastante más cauto en éste ámbito. "Con toda sinceridad, el Perú tiene gas, pero no tanto. Tenemos por el momento para satisfacer una demanda interna creciente y un remanente para hacer licuefacción de gas en una planta donde se invertirán 2 mil 500 millones que ya comienza en unos meses. Si las reservas probadas aumentan no hay obstáculo ni veto, sino, por el contrario, tendríamos mucho gusto de contribuir a la economía chilena vendiendo gas", agregó.

De límites marítimos y el voto a Chávez

Otros dos temas de singular importancia entre Perú y Chile tienen que ver con la delimitación marítima y la creciente y directa injerencia del mandatario venezolano Hugo Chávez en la política regional. Respecto a lo primero, parece preferible al menos para Chile que la solución se alcance por vías diplomáticas en vez de jurídicas, mientras queda pendiente lo relacionado a la homologación en los procesos de medición de gastos militares.

Aunque pareciera que con respecto al primero no hubo una alusión directa entre Bachelet y García, ante la prensa el asunto fue ineludible. "En otro momento" dijo el peruano. "No es un tema a tratar hoy". Y pese a que no descartó recurrir a La Haya, dijo confiar en que "con tiempo y paciencia, y a través del diálogo diplomático" se arribe a una "conclusión equitativa".

Sin embargo, el canciller Foxley fue mucho más explícito, asegurando con un casi esperanzador y a la vez desafiante tono que "el tema marítimo no va a estar en la agenda conflictiva en que había sido planteada por el actual gobierno de Perú, y en cambio, fijamos la mirada en trabajar juntos de verdad hacia el futuro".

Con respecto al segundo tema, sólo precaución. Sin duda que concitó el interés de la prensa chilena todo lo referido a la eventualidad de que el gobierno de Bachelet respalde la inclusión de Venezuela en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. No obstante, luego de las diferencias de opinión al respecto surgidas al interior mismo de la Concertación ese apoyo es cada vez más improbable y es casi segura la aparición de un tercer candidato de consenso. Ello luego de que la senadora y presidenta de la DC, Soledad Alvear, planteara su rechazo a que Chile respalde a Chávez. Tras la declaración, el ex presidente del PS Ricardo Núñez se mostró a favor de tal apoyo a Venezuela y consideró desafortunadas las "negadas" presiones de Estados Unidos.

En todo caso, de darse ese improbable apoyo chileno, García aseguró que las relaciones bilaterales con Santiago no se verán afectadas de ninguna manera. "No puedo ser infidente, ni decir se es que ese tema se tocó o no en la conversación con la Presidenta Bachelet, pero evidentemente quisiéramos contribuir a la estabilidad de las instituciones, contribuir en el Consejo de Seguridad a que esa instancia tenga tranquilidad y estabilidad para tomar decisiones. Creo que los dos estamos de acuerdo en apoyar la voluntad de Brasil de ser miembro permanente del Consejo de Seguridad, y creo que los queremos que haya una voz latinoamericana que garantice estabilidad, tranquilidad".

Sobre la eventualidad de buscar un tercer candidato de consenso -la alternativa manejada por Chile- y de si Venezuela representa hoy esa voz de toda Latinoamérica, García, muy cauto y muy enfático, planteó que "no sé lo que piense el gobierno de Chile, pero personalmente me parece que no. Yo soy partidario de la integración, pero no de la invasión, ni de la dominación. Soy partidario de la concertación de los pueblos, pero sin la subordinación. No nos gustan los imperialismos chicos o grandes. Por consiguiente, creo que falta un poco de serenidad todavía para que podamos pensar en esa opción".

domingo, junio 18, 2006

BOLIVIA ENCIENDE LA MECHA AL INTERIOR DE LA CONCERTACION

La siempre problemática e inestable relación que Chile mantiene con Bolivia por la aspiración altiplánica de acceder al Pacífico, nuevamente causa dolores de cabeza a la Presidenta Bachelet.

Pero esta vez el origen de las complicaciones no se originaron en La Paz, sino al interior de Chile, en el corazón mismo del bloque oficialista que ahora tiene mayoría en el Congreso, en Valparaíso.

La discordia al interior de la Concertación se originó luego del viaje que un grupo de senadores y diputados del bloque realizó al vecino país altiplánico para iniciar en ese país un diálogo (según aseguraron) interparlamentario con legisladores bolivianos parar tratar a ese nivel los más ásperos temas bilaterales, como la provisión de gas y la negativa para que Argentina desvíe el hidrocarburo boliviano a Chile, así como el sempiterno problema de la salida al mar.

El grupo de parlamentarios viajó sin ninguna previa autorización de la Cancillería ni informó oficialmente a personeros concertacionistas para obtener una venia política para abordar la política exterior de Chile ante temas coyunturales que son la piedra en el zapato de las relaciones internacionales del país.

El grupo estuvo integrado por los díscolos senadores Nelson Ávila (radical socialdemócrata) y Alejandro Navarro (socialista), junto a los diputados Alejandro Sule (radical socialdemócrata), René Alinco (Partido por la Democracia) y Marco Enrique-Ominami (socialista).

Una vez en La Paz, los legisladores chilenos fueron recibidos por el vicepresidente boliviano, Álvaro García, ello en vista de que Evo Morales se reunía a la misma hora con una delegación argentina para discutir precisamente el precio del gas y los desvíos de gas boliviano vía Argentina a Chile, pese al boicot expreso impuesto por el entonces mandatario altiplánico Carlos Mesa, cuando firmó con Néstor Kirchner la exportación del hidrato durante la escasez de gas argentino, bajo la condición de que "ni una sola molécula de ese gas sea vendida a Chile".

La molestia causada en el Gobierno de Bachelet por el exhabrupto político fue de proporciones, aunque la mandataria sólo se limitó a echarle paños fríos a la situación luego de recibir estoicamente las críticas generalizadas de todos los sectores, incluidos los mismos partidos de la Concertación.

Malestar en Valparaíso

El senador aliancista de Renovación Nacional, Sergio Romero, integrante de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, se mostró "sorprendido" y calificó el hecho como un acto de gravedad y de una irresponsabilidad extrema, mientras que su correligionario de la Alianza por Chile, el senador UDI Hernán Larraín, los acusó de asumir una representatividad que no tienen y de dañar el patrimonio del Parlamento.

En tanto, el presidente de la comisión de RR.EE., senador Roberto Muñoz Barra, aclaró que "este encuentro paralelo se aparte del trabajo institucional deferente que siempre ha caracterizado a esta Corporación". Una opinión similar tuvieron los representantes de la Cámara de Diputados, quienes de igual manera se mostraron abiertamente críticos de que miembros del Congreso de la República mantuvieran en el exterior conversaciones de asuntos bilaterales que no siguen la línea expresada por la Cancillería.

A ese respecto, muchas críticas surgieron al interior de la misma Concertación, sobre todo en la Democracia Cristiana (DC) y del Partido Socialista (PS), éste último partido del cual era la mayoría de los parlamentarios que protagonizaron el impasse político oficialista. De esa forma, la visita encontró sus más férreos opositores precisamente en los diputados que representan la zona por donde Bolivia pretende salir al Océano Pacífico, en Arica, ciudad de 200 mil habitantes situada al extremo norte de la I Región de Tarapacá y que hace unas semanas sorprendió con los resultados de una encuesta encargada por las autoridades locales en la cual la mayoría de los ariqueños se mostró abiertamente en contra de la idea de otorgarle una salida al mar al vecino país.

Justamente el diputado socialista de ese distrito, Iván Paredes, precisó que la comunidad nortina "tiene la postura de un rotundo rechazo a cualquier posibilidad que signifique entregar territorio de Chile a Bolivia". En tal sentido, el diputado manifestó que "sería poco recomendable" que dichos parlamentarios realicen un nuevo encuentro en Arica con los legisladores bolivianos.

"La comunidad ariqueña tiene una postura muy clara al respecto, nunca nos hemos opuesto a que vengan delegaciones de Perú o Bolivia, pero dada la connotación que este tema ha tomado y el hecho de que se firmó un compromiso donde se expresa de alguna forma facilitar la salida al mar por territorio chileno a Bolivia, no sé si sea el mejor ambiente. La gente allá es muy sensible a estos temas y cerca del 80 o 90 por ciento de los ariqueños rechaza una salida de esta naturaleza", sostuvo Paredes.

Agregó que "para nosotros el tema boliviano y la salida al mar está absoluta y claramente delimitado en el Tratado de 1904. Los bolivianos tienen libre tránsito por las carreteras del norte y salida de sus productos a través de los puertos de Arica, de Antofagasta y otros, y por lo tanto no tenemos nada pendiente con Bolivia", acotó Paredes. Fue también enfático en señalar que lo que molestó fue que el viaje de los parlamentarios chilenos "fue a título personal y no hay por tanto compromiso de ninguna índole que comprometa al Estado de Chile, dado que como señala la Constitución es la Presidenta de Chile junto con la Cancillería los autorizados para hablar de la política exterior de nuestro país".

En la misma línea, el diputado de la Democracia Cristiana y miembro de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, Renán Fuentealba, calificó la visita de inconveniente y voluntarista. "Me parece un viaje absolutamente inconveniente por cuanto la política exterior del país ha sido siempre una política de Estado donde no hay lugar a protagonismos individuales, personales, ni sectoriales ni de ningún tipo", criticó.

El parlamentario agregó molesto que "este viaje se cruza con una invitación oficial que había formulado el Congreso boliviano a las comisiones de Relaciones Exteriores tanto de la Cámara como del Senado de Chile y que nosotros estábamos pronto a contestar".

"Esta visita más que colaborar, perjudica, por cuanto alienta expectativas y contribuye a legitimar pretensiones de la otra parte con la cual vamos a iniciar negociaciones en una mesa de trabajo sin exclusiones y sin condicionamientos. También desconoce lo que se ha hecho y lo que se ha actuado hasta el momento, incluso lo descalifica y aparecemos divididos, lo cual crea realmente una posición débil respecto de nuestra parte", sostuvo. Fuentealba señaló además que con la díscola conducta, los díscolos parlamentarios "atropellan al resto de la Concertación que como tal no ha adoptado aún una posición común respecto de la materia de como tratar el tema marítimo con Bolivia y lo que es más inconveniente aún, irrita a la oposición, con justa razón, y la aleja de la posibilidad de unirse a un proyecto nacional y transversal que represente a toda la comunidad en sus diversas formas de expresión".

"Nosotros necesitamos actuar en conjunto con la oposición en materia de política internacional, nunca ha habido mezquindades ni egoísmo en este campo y por consiguiente, creemos que no es posible que el día de mañana la oposición se reste en virtud de que algunos han querido tener una actuación protagónica en un campo que no les compete además, porque las relaciones exteriores las maneja el gobierno nacional y la Presidenta de la República en particular", señaló.

La tardía reacción de La Moneda

Luego de iniciado el amago de incendio al interior del bloque oficialista, el Gobierno planteó redundantemente la misma postura y quedando en una rezagada posición ante las críticas por la lentitud con la que la Presidenta abordó el tema. En tal sentido, la primera voz oficial del Ejecutivo que alzó la voz fue el Ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, aclarando que el viaje que realizaron algunos parlamentarios de la Concertación a Bolivia fue a título exclusivamente personal.

"Ha quedado claro que no fueron en representación ni del Congreso ni de los partidos políticos de la Concertación, de tal modo que la declaración que ellos puedan haber hecho en Bolivia los representa sólo a ellos y no representa al Gobierno ni a los partidos de la coalición. La política exterior en Chile, por tradición y por conveniencia del interés nacional, la define exclusivamente la Presidenta de la República y el Gobierno y el Ministerio de RR.EE. es la que la aplica", sostuvo el secretario de Estado tras reunirse con la Presidenta, Michelle Bachelet, en La Moneda.

El canciller subrayó que se ha mantenido un diálogo constante con las autoridades altiplánicas, ejemplificándolo con la reunión bilateral que recientemente tuvo en la OEA con su par boliviano David Choquehuanca, y fue enfático en reiterar que en la ocasión se acordó "un camino distinto al que intenta marcar este grupo de parlamentarios". En tal sentido hizo un llamado a ser "cuidadosos" por cualquier gestión particular que se haga con los países vecinos ya que, a su juicio, debe primar que se refleje de verdad el interés nacional.

"Hay algunas gestiones, hay algunas declaraciones que a veces no ayudan a ese propósito y que incluso eventualmente pueden dificultar", agregó.

Hasta ese momento la Presidenta Michelle Bachelet no había hecho mención alguna al tema. Pero la rapidez con que la prensa comenzó a dar cabida a la lenta reacción del Gobierno una vez más -ya había ocurrido lo mismo cuando el Ministerio de Educación no previno las dimensiones que alcanzaría el conflicto estudiantil de mayo pasado- obligó a una incómoda Mandataria a echar paños fríos al asunto: "En Chile nadie tiene ninguna duda de que quien define la política exterior es el Gobierno, esta Presidenta, por lo que el viaje de los parlamentarios es un asunto meramente personal".

Sin convencer mucho a la oposición, Bachelet recalcó que con Bolivia, "hemos definido una política absolutamente clara, una agenda y una forma de trabajar que la hemos enfatizado en cada una de las reuniones que en lo personal he tenido con el Presidente Evo Morales; que nuestro canciller tuvo en Santo Domingo, República Dominicana, hace poco menos de una semana con el canciller boliviano, y que ha sido la manera cómo estamos trabajando en una agenda sin exclusiones, paso a paso, e identificando una serie de temas que son de resorte común".

La Mandataria dijo que lo anterior "va a continuar en esa dirección, porque es la manera que el Gobierno ha definido la política exterior. Esta Presidenta va a llevar adelante su política exterior pensando siempre en el interés de Chile, en el interés del país, y lo haremos siempre como corresponde".

Y los descargos que tampoco convencen...

Uno de los polémicos viajeros, el carismático diputado socialista Marcos Enríquez Ominami, aseguró que el sentido del viaje "es una forma de diálogo con innovación para invocar conceptos y no puntos de acuerdos, con el cual se puede verdaderamente avanzar y encontrar, sin presiones, una salida al conflicto".

El parlamentario aseguró, sin poder ya calmar las aguas, que la misión del grupo parlamentario que visitó Bolivia, fue "reconocer las verdades sicológicas de dicho país y plantear el sentir desconforme de la frase: cambiar gas por mar".

Aclaró que Chile era un país de equilibrios muy precarios al igual que Bolivia, por lo que aseguró que era necesario que los parlamentarios o ministerios de ambos se conozcan para así dejar de tener una diplomacia sólo oportunista. "La misma Presidenta dijo que se debe multiplicar los puntos de encuentros". El parlamentario explicó que en la reunión se habló para que "los gobiernos fueran más creativos, que los parlamentos innovaran y que los pueblos aceptaran el concepto de urgencia".

Enríquez-Ominami reiteró que este no era un tema sólo del ejecutivo, sino que también de los parlamentarios, "quienes somos los llamados a votar". "La idea es invocar conceptos de conveniencia y no como dicen algunos lograr puntos de acuerdos".

Otros trataron de ofrecer una explicación también tardía de la visita, aclarando que no intentaron atribuirse potestades que no proceden a nivel parlamentario. Esa fue la tónica de los descargos hechos por el más díscolo de los senadores de la Concertación, el senador del PRSD Nelson Avila, otrora militante PPD que encendió la polémica cuando pidió legalizar la marihuana en Chile y reconoció tener una "plantita" en su casa, la misma que llevó en una maceta a la Sala y la alzó a la vista boquiabierta sus empaquetados colegas. Todo un "personaje" caracterizado por una envidiable y pastoza oratoria, con la que afirmó que junto a los otros parlamentarios no se atribuyen "ninguna representación institucional ni de ninguna índole, menos de estar sustituyendo el rol que le compete en política internacional a la Presidenta de la República", aclarando además que no utilizaron "ningún recurso del Congreso para viajar".

Avila añadió que "no es necesario dar una salida al mar con soberanía" a Bolivia, al momento que explicó que pueden existir distintos mecanismo para atender la demanda del vecino país, recalcando que "existen otras oportunidades para llegar a acuerdo".

"Hay que expresar la voluntad de ambas partes, para que sin condicionamientos se aborden todos los temas por delicados que sean, ya que es lo natural, lo que las circunstancias históricas exigen" puntualizó el senador de la Región de Valparaíso.

Evocaciones: el ya nostálgico "dedo de Lagos"


"Usted, general, va a tener que responder" amenazaba un desafiante Ricardo Lagos en un programa de TV previo al plebiscito de 1988, donde sería la ciudadanía la que decidiría la continuidad del Régimen Militar en el poder. Entonces lo hacía con su dedo índice apuntando hacia la cámara y una mirada penetrante con la que muchos creyeron, se estaba jugando la vida, literalmente.

Ese mismo dedo, que luego caracterizó su Gobierno, es el que hoy no pocos añoran aduciendo las desinteligencias que han "complicado" los primeros cien días de la doctora Bachelet a cargo del Palacio. La prensa no ha sido tampoco muy complaciente con ella y le han enrostrado una evidente lentitud para asumir los liderazgos que conduzcan al país en la senda de estabilidad en la cual lo recibió, sobre todo luego del conflicto que los estudiantes secundarios mantuvieron con el Gobierno para mejorar la calidad de la Educación municipalizada, regida por la Ley Orgánica Constitucional de Educación (LOCE), promulgada por Pinochet sólo un día antes de dejar La Moneda.

Hoy, la misma lentitud se repitió bochornosamente ante los temas que marcan la agenda diaria del Chile moderno, ese que todos envidian por su "madura" estabilidad político-social. ¿Será muy perenne y fuerte la impronta de Ricardo Lagos en la opinión pública, a tal punto de perturbar y no dejar ser al liderazgo distinto, paritario y conciliador de Madame Bachelet? O por otra parte, ¿serán fundadas las críticas de falta del liderazgo presidencialista -casi caudillista- que gana el respeto de una sociedad que se siente más segura con un líder potente?

Y es que el liderazgo distinto, femenino, de Michelle Bachelet aún no convence. Más allá de las sensibilidades políticas de todos los sectores de la sociedad, la Presidenta está en un gran tubo de ensayo donde se está jugando el respeto de una sociedad toda y donde -quizás- una mayor dosis de esa extraña pero adictiva mezcla del autoritarismo "dedocrático" de Lagos con un tono femenino conciliador, paradójicamente, pueda satisfacer a las masas con un rico pastel en esta "luna de miel" con la ciudadanía, como la han querido llamar, aunque no tan dulce como parece. A lo mejor una relectura analítica de "El Príncipe" de Maquiavelo ayude un poco...guardando las proporciones.

domingo, junio 11, 2006

¿EL ADIOS A LA LEY RESERVADA DEL COBRE?

La ministra de Defensa chilena, Viviane Blanlot, anunció oficialmente a la prensa que el Gobierno prepara una "modificación" o una "derogación" de la Ley Reservada del Cobre, sustrato jurídico del envidiable nivel de ingresos que reciben hoy las Fuerzas Armadas y de Orden del país de la estrella solitaria, que dispone que el 10 por ciento de los ingresos de la megaestatal cuprífera Codelco se deriven al sector Defensa y al presupuesto anual del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y el Cuerpo de Carabineros de Chile.

Este cuerpo legal data de 1958, pero en 1987 se le introdujeron artículos que establecieron un procentaje específico y fijo que Codelco debe entregar a las Fuerzas Armadas. Gracias a esta Ley y al aumento constante del valor de la libra de cobre en la bolsa de metales de Londres, motivada fundamentalmente por la alta demanda de la industria china, Chile ha logrado reequipar a sus Fuerzas Armadas con lo más moderno en armamento de Defensa convencional.

Se adquirieron con esos ingresos cuatro fragatas inglesas y cuatro holandesas para la Armada, una partida inicial de 28 aviones F-16, de los cuales 10 son nuevos, Block 50 C/D construidos especialmente para Chile por la Lockheed Martin y otros 18 de segunda mano comprados también a Holanda, pero repotenciados con tecnología de punta; 118 tanques Leopard II (comparable al M-1 Abrahms estadounidense) comprados a Alemania para el Ejército y se prepara la pronta adquisición de un satélite óptico de uso civico-militar, que será administrado por la Fach para la observación de eventuales amenazas al territorio.

¿Superavit militar?

La intención del Ejecutivo, expuesto a conocer por la ministra Blanlot, es que los recursos fiscales que llegan a las Fuerzas Armadas de Chile se rijan legalmente por criterios similares de los vigentes para las otras partidas de gasto público.

Según planteó Viviane Blanlot, el actual sistema de recursos para el sistema de Defensa nacional basado en la Ley del Cobre tiene algunas desventajas, por estar atado a un commodity cuyo precio es muy variable en el tiempo, pese a la estabilidad al alza que ha mostrado en el último tiempo. Con ello se persigue fundamentalmente una mayor responsabilidad y seguridad en la asignación de recursos. "En algunas ocasiones no se ha garantizado el mínimo necesario para el gasto en Defensa, y en otras épocas, como sucede ahora, se acumulan fondos importantes que no se usan", explicó la Ministra. Agregó que el monto de esos fondos que hoy no se alcanzan a gastar en las FF.AA. llegan a los 360 millones de dólares.

Blanlot dijo no tener claro aún si los cambios que se propondrán al cuerpo legal significarán la derogación de la ley reservada del cobre o sólo su modificación, pero sí fue enfática en señalar que si es necesario derogarla para reemplazarla por otro sistema de financiamiento, se hará.

Recalcó además que el nivel de gasto de Chile en materia de Defensa en es del orden del 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y que las Fuerzas Armadas están al tanto de la iniciativa y que existe una reacción positiva al respecto. "Creemos que debemos cambiar esta ley, manteniendo un sistema de financiamiento estable a través del tiempo, que puede estar ligado básicamente a la regla de superávit estructural establecida por el Ministerio de Hacienda y a una proporción del producto que sea adecuado para nuestros niveles de necesidades en Defensa. Y que no esté ligado al precio volátil de un commodity", señaló.

La principal preocupación tanto del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, como de los sectores conservadores y los ligados al área de Defensa, es que con la derogación o modificación de la Ley no se caiga en modelos presupuestarios inexistentes o ineficientes, como los existentes en otros países de la región y sobre los cuales un canon específico como el que la Ley del Cobre ofrecía las Fuerzas Armadas chilenas, otorgaba una ventaja presupuestaria muy conveniente.

Los sectores políticos agradecidos

Pese a lo que en un principio se pudiese pronosticar, la iniciativa tuvo en general una favorable acogida en diversos sectores del espectro político chileno, incluso una postura bastante transigente de parte de la derecha dura chilena. En esa línea, el senador y presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jovino Novoa, sostuvo que a los parlamentarios de su partido les es indiferente de dónde provengan los recursos, "siempre y cuando el país cuente con un financiamiento permanente para las necesidades de la Defensa Nacional y que éste no dependa de la contingencia de cada año".

Novoa planteó que el momento en que se discutan los cambios a la Ley Reservada del Cobre reviste de gran importancia para la UDI. De esa forma coincidió con el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, en que no es conveniente incursionar en modificaciones a la ley con motivo de la ley de responsabilidad fiscal.

El senador gremialista hizo ver la necesidad un sistema de financiamiento comprometido por leyes, tal y como lo plantea el Gobierno, en que quede establecido que todos los años habrá una disponibilidad de recursos en la ley de Presupuestos, para cubrir con ello las necesidades de Defensa. "En la medida que el Gobierno quiera proponer una alternativa distinta que cumpla los mismos propósitos, nosotros no tenemos problema", dijo Novoa.

A juicio del presidente de la comisión de Hacienda del Senado, el senador socialista Carlos Ominami, ya sea el nuevo marco legal de ingresos para las Fuerzas Armadas o la modificación de la actual ley verá la luz en el primer cuatrimestre del 2007. Ominami también concordó con la Ministra Blanlot en que lo que se busca es establecer un sistema estable de financiamiento de las FF.AA., que sea coherente con mantener un ritmo de inversiones de largo plazo para Defensa.

Ominami se mostró partidario de derogar la ley, pero reconoce que es un problema complejo, ya que hay que ser cuidadoso y garantizar que las Fuerzas Armadas tengan los recursos que les permitan sustentar su política de equipamiento.

Pese a que la ministra Viviane Blanlot reiteró que todavía no existe un proyecto de ley redactado, ejemplificó que se podría establecer una relación entre el producto y el gasto en Defensa que sea "adecuado y revisable cada cuatro años, de acuerdo con la política económica y macroeconómica de los gobiernos y en función de las necesidades del sector Defensa".

Por su parte, el diputado demócratacristiano Patricio Vallespín, dijo esperar que el proyecto contribuya fundamentalmente a transparentar el destino de los recursos que otorga la Ley.

Vallespín aseguró que es preciso que el presupuesto de las Fuerzas Armadas se discuta año a año mediante le ley que rige al sector público, pero con garantías de reserva en las sesiones de Comisión, en la Sala y en las instituciones respecto de la asignación de gastos.

El parlamentario recordó que la iniciativa que deroga la Ley Reservada del Cobre fue presentada con el respaldo de los diputados Enrique Accorsi, Marco Enríquez-Ominami, Alejandro Sule y Clemira Pacheco.

Uno de ellos, Alejandro Sule, del Partido Radical Socialdemócrata (PRSD) dijo estar "absolutamente de acuerdo" con la intención del Ejecutivo de enviar un proyecto que modifique o derogue la Ley Reservada del Cobre. Sule fue mucho más lejos que otros parlamentarios, al considerar el cuerpo legal vigente como una ley "inapropiada, injusta, una distorsión a la Ley de Presupuesto Nacional y un resabio de la dictadura militar".

El parlamentario radical y miembro de la Comisión de Minería de la Cámara Baja reconoció que sería muy importante adelantar lo antes posible la presentación del proyecto, "para que se pudiera incluir su discusión en el presupuesto del 2007 y no en el del 2008 como ocurriría si es presentado en marzo del prximo año", dijo.

"Estoy de acuerdo con la derogación, porque automáticamente se pasaría a la discusión común y normal que se hace todos los años y se puede establecer con real precisión cuanto necesitan las diferentes ramas armadas de la Defensa y cuanto más podemos invertir en salud, educación e innovación tecnológica", recalcó el representante radical.

Sobre la actitud que tomarán las FF. AA en su momento, el diputado Sule dijo que "las Fuerzas Armadas van a estar de acuerdo con este proyecto, en la medida en que la discusión presupuestaria les garantice la cautela de sus necesidades básicas, las cuales no ascienden a montos superiores a los 300 millones de dólares por el momento y de ninguna manera a cifras superiores a los mil millones, por lo tanto esto es casi un asunto de sentido común".

Satélite: eyes in the sky será en julio

Por otra parte, en la misma conferencia de prensa dada por la Ministra de defensa participó el subsecretario de Aviación, Raúl Vergara, junto a quien Blanlot explicó que los aspectos financieros del ofrecimiento de un satelite presentado por el consorcio europeo EADS aún están en evaluación.

La Ministra confirmó que el Gobierno recibió ofertas de Corea, Israel y Canadá, además de los europeos. Sin embargo, se optó por evaluar el proyecto presentado por EADS, por considerar que el mismo se ajusta de mejor manera a los aspectos técnicos y económicos que el país necesita", dijo Blanlot, agregando que el rumor de que éste ha sido un proyecto que se ha desarrollado bajo secreto es total y absolutamente injustificado.

"Se realizaron encuestas a nivel nacional a 196 organismos públicos y a 48 asociaciones gremiales privadas, para que informaran sobre el uso civil que podían requerir de una herramienta como ésta. Se conversó con rectores de universidades, además de los diversos actores civiles que han participado abiertamente, convocados por la Agencia Espacial". Blanlot recordó que en el ámbito estrictamente militar, la iniciativa de explorar la oferta presentada por EADS ha sido acordada por la Junta de Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas.

Respecto a la necesidad de Chile de contra con una herramienta como ésta, el subsecretario Vergara destacó que pese a ser pioneros en esta materia con el lanzamiento de dos satélites experimentales enteramente construidos por la Fuerza Aérea en Chile a mediados de los noventa (Fasat-Alfa y Fasat-Bravo) y lanzados en 1995 y 1998 respectivamente, hoy países como Argentina, Brasil, México y Venezuela tienen un importante desarrollo en materia satelital, razón por la cual Chile va "un poco a la zaga" en éste ámbito.

Ambas autoridades agregaron que a mediados de julio el país estará en condiciones de confirmar o no la compra del sistema propuesto por el consorcio europeo, luego de analizar en detalle aspectos netamente económicos. De hacerse efectiva la compra, Chile contaría con un satélite que sería lanzado en el año 2009, con un costo de alrededor de 38 millones de euros, y que tendría una vida útil de 5 a 7 años.

sábado, junio 03, 2006

JAQUE AL REY: CHAVEZ v/s BUSH....Y MADAME

La cancillería chilena deberá resolver en el más breve plazo una cuestión que pone en duros aprietos la política exterior del Gobierno de Michelle Bachelet y que pone en la cuerda floja su eventual alianza militar extra-OTAN con Estados Unidos: el voto por el representante temporal de la región en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Las opciones son dos: Guatemala o Venezuela, o más bien...estar junto a Estados Unidos o estar contra él. Y junto a Chávez, por cierto (al menos para Bush).

Y ello porque ya es un secreto a voces en Santiago que Estados Unidos literalmente advirtió a Chile de que las relaciones actuales entre ambos países sufrirían un grave daño si el Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet vota por Venezuela, según una versión publicada por el diario La Tercera.

El departamento de Estado norteamericano vio con poco agrado los gestos de cariño y las bromas de Chávez a Bachelet, en el encuentro que ambos tuvieron en la cumbre Unión Europea-América Latina en Viena. Durante la sesión para la fotografía oficial del encuentro, incluso se vio a Chávez poniendo sus manos sobre los hombros de Bachelet delante de él, y formularle algunos comentarios risueños al oído, despertando una graciosas sonrisas de la Presidenta chilena, las que ahora le provocan un buen dolor de cabeza por lograr aplacar los celos políticos de George W. Bush.

EE.UU. no entenderá un voto chileno a favor de Venezuela

Las advertencias fueron formuladas en abril por la misma Secretaria de Estado Condoleezza Rice al canciller Alejandro Foxley, en sus reuniones en Washington para preparar la visita que Bachelet realizará al presidente Bush el 9 de junio. En la cita también estuvo presente el subsecretario Robert Zoellick, quien fue el principal promotor de la idea de no sancionar a Chile en 2003 con la postergación de la firma del Tratado de Libre Comercio por la oposición del entonces gobierno de Ricardo Lagos a la invasión a Irak, intención que comenzaba a tomar fuerza en el Congreso norteamericano. Contra todos los pronósticos lógicos, finalmente el TLC se firmó igual gracias a la gestión de Zoellick.

El mensaje de Washington fue muy claro y poco diplomático: "toda la agenda bilateral será fácil si Chile no vota por Venezuela, y muy difícil si lo hace", según sondeó el analista Ascanio Cavallo en un artículo del diario La Tercera.

Debido a ello, según habría asegurado la misma señora Rice, en esta oportunidad la reacción en Estados Unidos no será la misma que cuando Chile votó en contra de la invasión a Irak en 2003. El rechazo de la candidatura del gobierno de Hugo Chávez "apunta al corazón de los intereses" de Estados Unidos, le advirtió al canciller Foxley, y que el gobierno de Bush "simplemente no entendería si Chile vota por Venezuela". La elección de cinco nuevos integrantes del Consejo de Seguridad se efectuará en octubre, por lo que La Moneda ya sondea posiciones en la región, antes de hacer una jugada que deberá ser necesariamente maestra en el tablero sudamericano, si es que el país no quiere salir perjudicado.

Al ser consultado por la prensa, el canciller Foxley fue enfático en aclarar que Chile todavía no ha decidido su posición, y que para definirlo se privilegirá una postura de consenso con los demás países latinoamericanos, como Chile siempre lo ha hecho. El problema es que en este caso sus principales "compañeros" de posición están del lado menos conveniente. Dependiendo de lo que la diplomacia chilena haga en los próximos días, el tema podría dominar la agenda de Bachelet en su visita a Washington. Por ello, hoy en Santiago todos toman muy en cuenta el refrán que dice que en diplomacia, "un gesto vale -literalmente- más que mil palabras". El programa de la visita de Estado incluye un almuerzo de trabajo con el presidente George W. Bush, quien dará a la mandataria un trato "preferencial", como muestra de la importancia que Estados Unidos da a Chile en su política de contención en Sudamérica.

Molestia en Santiago

La Presidenta se alojará en un hotel exclusivo para invitados de la Casa Blanca, frente a ésta, por invitación del mismo George W. Bush y recibirá una serie de elogios y "coqueteos" políticos. Sin embargo, toda esta escalada de presiones de parte de Washington no ha caído nada bien en la esfera política de Santiago.

Durante la semana pasada, en el marco de la reunión interministerial de delegaciones de Chile y Argentina, el mismísimo canciller Alejandro Foxley dijo que a Chile le convence mucho más el camino de la "persuasión" que el de las "presiones", en referencia a los gestos de advertencia de la Casa Blanca para que Chile no se pliegue a las pretensiones de Hugo Chávez.

Foxley aseguró que la línea de acción del Gobierno será la consulta a los países que forman el Grupo Latinoamericano y del Caribe (Grulac), como "ha ocurrido habitualmente", agregando que "estamos dispuestos a ser persuadidos respecto de cuál es la mejor candidatura".

Las molestias en el espectro político chileno por las presiones de Estados Unidos no se han hecho esperar. La Presidenta de la Democracia Cristiana, también ex canciller del gobierno de Lagos y ex precandidata a La Moneda, Soledad Alvear, afirmó que "Chile no debe dar explicaciones, ya que es un país autónomo en la toma de decisiones". La ex canciller resaltó que "aún en situaciones difíciles, Chile ha tenido la autonomía para tomar sus decisiones".

Una opinión similar tiene el diputado del PPD Jorge Tarud, quien además es miembro de las comisiones de Defensa y de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja chilena. Tarud indicó que hay "un hecho muy concreto y es que Chile debe actuar buscando el mejor candidato que reúna el mayor consenso dentro de América Latina, tal como se ha hecho en votaciones anteriores".

Por su parte, el ministro Secretario General de Gobierno, Ricardo Lagos Weber -hijo primogénito del ex mandatario- encargado de la vocería oficial de La Moneda, salió al paso de eventuales sanciones económicas de Washington, si es que Chile hace oídos sordos de la advertencia, respondiendo lo que se esperaba como "políticamente correcto", cuando aún no ha una verdadera versión oficial del asunto. "Son temas que van por carriles distintos, no veo por qué un país que hace ejercer sus derechos en materia internacional podría ser penalizado. No alcanzo a entender el razonamiento", señaló Lagos Weber.

Transferencia de armamentos en peligro

El principal riesgo que se juega Chile en la elección su candidato por el representante en el Consejo de Seguridad son las sanciones en materia de Defensa en caso de inclinarse por Venezuela. Estados Unidos pondría trabas y eventualmente no permitiría que Chile continúe con su política de renovación de sistemas de armas con material norteamericano.

Ello en sí mismo ha sido advertido incluso por el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Rodolfo Codina, quien semostró preocupado por una restricción de este tipo. Ello debido a que las fragatas adquiridas a Holanda operan tecnología estadounidense y su sistema de armamento fundamental es el misil Harpoon, sistema norteamericano único en Sudamérica que será la base de la potencia de fuego de la Armada de Chile, una evidente ventaja estratégica frente a armadas vecinas.

La Fuerza Aérea (Fach) también se vería fuertemente afectada, al estar en medio del programa de adquisiciones de aviones F-16. Pese a los aviones nuevos adquiridos a Lockheed Martin ya están en manos chilenas, aún resta por que lleguen al país los comprados también a Holanda. Asimismo, la flota de combate de la Fach deberá ser necesariamente mayor a los 28 F-16 actuales, por lo que una sanción norteamericana pondría en peligro la eventual compra de más naves que completen la flota crítica de aviones, equivalente a la compuesta hoy por aviones Mirage y F-5.

El Ejército, a su vez, se encuentra en la etapa previa a la recepción de los 118 tanques Leopard II, comprados a Alemania. Sin embargo, también está planeada la adquisición a Estados Unidos la compra de móviles Hummmer (o Humvee, como se le conoce típicamente). Además se espera la transferencia de helicópteros Apache o Super Cobra, todo lo cual correría serio peligro.

Pese a todo ello, el Gobierno chileno confía en que las jugadas en materia de Defensa son de largo plazo. Por ello estiman que si Estados Unidos ha aprobado la venta de tecnología de punta a Chile con anterioridad, no sería serio plantear sanciones de ese tipo arbitrariamente por no contar con una voto a favor en la ONU. Pero eso son meras especulaciones y buenos deseos.

Sin embargo, el mayor revés en esta materia sería, sin duda, la cancelación, o cuando menos, el aplazamiento del proyecto de Washington de otorgar a Chile la categoría de "aliado militar extra-OTAN", condición que en Sudamérica logró sólo la Argentina en los noventa, bajo la Presidencia de Carlos Menem y luego de su apoyo a Estados Unidos en la Guerra del Golfo Pérsico, en 1991.

El reconocimiento es algo muy esperado en los círculos políticos y sobre todo militares chilenos, por la enorme transferencia tecnológica e intercambio de personal que acarrearía, concordante con el proyecto de Defensa chileno de alcanzar el estándar militar OTAN en 2010.

Chile mueve sus piezas en el tablero sudamericano

Pero madame Bachelet sabe jugar Ajedrez. Alejándose lo más rápido posible de una posición abiertamente pro norteamericana y de otra pro Chávez, Chile se lanzó a la nada fácil tarea de levantar un tercer candidato. Trascendió este fin de semana que la única forma en que la Casa Blanca aplacaría la presión sobre Santiago, es que Chile proponga un tercer candidato miembro del Grupo Latinoamericano y del Caribe (Grulac).

Debido a ello, la gira de la Presidenta Bachelet a Estados Unidos se extendió hace un par de día a dos países más: Jamaica y República Dominicana. A juicio de Ascanio Cavallo en su artículo de La Tercera, las razones serían que: el paraíso del Reggae y de cierta volátil hierba ostenta un reconocido liderazgo en las pequeñas islas-naciones de habla inglesa en el Caribe y; el vecino directo de Haití sabe manejar con destreza envidiable sus relaciones tanto con EE.UU. y Centroamérica, como con Cuba y Venezuela. La postura de consenso que busca Chile estaría dada.

Pero para que la estrategia chilena dé los resultados esperados es clave la aparición a favor de nuevo protagonista, otrora impensado: un Perú con Alan García a la cabeza.

Cavallo asegura que los reiterados ataques de Chávez a García durante su campaña serían la llave. Si éste gana las elecciones como se ha pronosticado, Hugo Chávez se hará de un nuevo y enconado rival. Si Perú resulta agredido por Chávez en la figura de Alan García pediría o cuando menos presionaría a Chile y Brasil para que apoye la postura peruana y no vote por Venezuela para el Consejo de Seguridad. Chile se verá (gustosamente) obligado a apoyarlo. Y el argumento de más peso para apoyar a un tercero (Jamaica, República Dominicana u otro) será que a Chile no le parece razonable que el candidato que representa al continente mantenga conatos verbales gratuitos con otros de la región.

Y, por fin, la evidente incomodidad de Brasil al lado de Chávez tendrá su oportunidad. Al apoyar Chile, Perú, México y Centroamérica una postura contra el interés venezolano, Brasil preferirá abiertamente liberarse de sus compromisos con el petromandatario.

Es el pronóstico de la jugada luego del jaque al Rey. ¿A favor de quién las posiciones del tablero? Está por verse...
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